Erase una vez una explotación caprina, llamada El Rañal donde a todas las cabras se les llama por su nombre. Se ubica entre Moraleja y Perales del Puerto en la #sierradegata y se encuentra debidamente señalizada, así que la encontrarás fácilmente. Esta regentado por una familia, tipo matriarcado, donde la madre es la que distribuye las funciones de toda la familia, de esta manera su marido se encarga de las cabras en el campo, su hijo en las funciones de ordeño y muy pronto su nuera le ayudará con la producción.
La calidad de estos quesos es increible, producen varios miles cada año y sólo la venden en la propia explotación, tienen la producción vendida, así de fácil y simple.
Tratan a las cabras con tanto esmero que cualquiera las puede acariciar y ordeñar, en la foto aparezco con Kasandra, una cabra que con gran simpatía se dejó hacer selfies sin problema alguno.
Y es el cariño con el que tratan a los animales una de los secretos mejor guardados de esta empresa, sólo comen de las hierbas que produce el campo y son capaces de recorrer varios kilómetros cada día para llegar por la tarde y dar ese manjar que produce estos quesos tan excelentes.
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